viernes, 27 de febrero de 2009

Poema eneagramático

Poema eneagramático
Ojo avizor y oportuno,
Hace su entrada Don Uno,
Con su índice bien alzado
Inspector bien atildado.
“Allí hay un cuadro torcido,
¿Está el suelo bien pulido?
Aquí falta disciplina,
No ha salido el mayordomo
A tomar mi gabardina.

Ay que elegante ¡por Dios!
Sale ya diciendo el Dos,
Tomándole de la mano,
Le dice: “gracias, hermano”
Por estar aquí conmigo:
Tú eres mi mejor amigo”.
Dime “¿qué quieres tomar?
Yo te lo traigo del bar”.

Con deslumbrante sonrisa,
Móvil en mano y deprisa,
Hace entrada doña tres,
¡Por fin llegué¡¡Uy qué estrés!
¡Quince llamadas perdidas!
¡Y el coche en segunda fila!
¡En seguida os acompaño!
¡Voy un momentito al baño!
Siento un malestar profundo,
-dice Don Cuatro a su esposa-
Tomando al tiempo una rosa
Del florero de la esquina.
Esta fiesta es tan vulgar
No cuadro en ningún lugar…
No hay nadie que me comprenda
Este mundo es una …….

Don cinco, muy circunspecto,
Aguarda llegue el momento
De dar su docta opinión.
De todo sabe un montón.
Hegel, Leibniz, Spinoza,
Descartes, Pavlov, Freud, Jung…
Gurdjieff, Ouspensky, Blavatsky,
Kant, Kierkegard, Locke y Hume.
No os fiéis de lo que veis,
Dice sigiloso el seis,
Y ese que tanto me alaba,
¿Querrá pelarme la pava?
¿Será mi atuendo adecuado,
Para tamaña ocasión?
Dios mío ¡qué dilación!
Si tomo un emparedado…
¿Será que está envenenado?

¿Os cuento un chiste de Lepe?
Pregunta alegre Don Siete,
Esta fiesta es un pasón,
¡Qué tremenda diversión!
¡Mañana tengo otro evento!
Y pasado carnaval,
¡Esto es el nunca parar!
¡Y por eso es que “Don Menda”,
Tiene una tremenda agenda!


Don ocho exclama asertivo
¡Así es, porque yo lo digo!
Que no se debe, en verdad,
Mostrar la debilidad.
Fuerte y curtido has de ser
Para enfrentarte a la vida
Que no es del blando el poder
Ni del cobarde la estima.

De aquí ya nadie me mueve
Piensa comodón el nueve,
Qué blandito este sillón
Si no llamo la atención
Igual me duermo una siesta
Hasta que acabe la fiesta…

miércoles, 25 de febrero de 2009

Buda

¿Por qué me miras así?... prununciaba,
Con tono displicente,
Pero no había nadie… nadie la miraba,
Era todo como debía de ser… para ella.
De cara a la pared, hasta nueva orden.

Las irregularidades de la pintura
Se tornaban rostros misteriosos,
Y se quedó prendada
De una cara de Buda
Recostado en la hierba de un jardín oriental.

El pájaro muerto

Asomada al balcón de la incertidumbre lo vi pasar,
Iba bien erguido, con una pancarta
Reivindicando su derecho a vivir
Así iba él, con su cabeza alta
Y su chaqueta gris.


Al doblar una esquina se agachó
a mirar qué era aquello con esa extraña forma.
Era un pájaro muerto.
Arrojó la pancarta a un contenedor,
Allí se quedó, plantado mirando al horizonte
Yo no sé cuánto tiempo…
no sé qué sucedió,
ni como llegué a posarme en su hombro.

Aguardando entre bastidores

Sopla el viento allá, al otro lado
Su frió aliento me hace estremecer,
Y sueño…
Sueño con la primavera, acercándose de puntillas,
Aguardando su turno, ya impaciente,
Entre bastidores de lino y fina seda,
Ondulantes al son de la brisa…
Para lucir su alegre atuendo de vivos colores,
Y hacer sonar los cascabeles de sus pulseras,
Con su danzar alegre y tintineante.

Sopa el viento sacudiendo las copas de los verdes cipreses,
Allá, al otro lado… donde no me despeino.
Allá, al otro lado… donde tanto acontece,
De lo que a mí me llega: el estremecimiento…