sábado, 5 de agosto de 2023

Como el agua






Mi niña se abre camino

como el agua entre las piedras

en busca de su destino.

Trepando como la hiedra

por la pared escarpada

de la vida

26/11/22

No recordaba haber escrito esas líneas más arriba, pero las dejo ahí. A la derecha de la página del blog veo la fecha, 31.08.22. Hace tres meses ¿y ya lo he olvidado?

mi niña... camino ... piedras .... vida ...

pared ... agua ... hiedra ....

...

Perderte, perderme, borrarte, borrarme, lograrlo, olvidarlo...

sentirte, sentirme, esquivarte, esquivarme, culparte, culparme ...

me extraño, me alejo, te evito, te miento, me ignoro y te ignoro ...

Como el agua se cuela entre las grietas, se desliza entre los dedos y se derrama ...

Así se derraman las horas, las horas del día y de la noche, las horas de la vida entera...

Así se derraman las lágrimas en el pozo vacío de la existencia, en ese pozo negro y profundo, que nunca se llena.



Cumpleaños

 5/08/23


Al escribir arriba la fecha, a punto he estado de teclear año "63" en lugar de "23". Hace ya 60 años que nací. Sí, hoy es mi cumpleaños. ¡60 años! ¡Qué extraño se me hace ser una señora de 60 años! Es como si esa señora no fuera yo ... No sé explicar bien lo que siento. Puede que tenga el síndrome ese de la gente mayor, que sigue creyéndose joven. Leo en Google que se llama "midorexia". Hoy en día hay nombres para todo... O también puede ser que mi sentir sea de lo más normal, ya que 60 años es ya una edad que impone, eso no se puede negar.  

Hoy me siento muy indecisa (¿Solo hoy? - dice una vocecita dentro de mí - ¡Vamos! Sabes que no es que "te sientas" indecisa, sino que "eres" una indecisa desde que tienes uso de razón, si no antes... Jorge me ha preguntado qué me apetece hacer: si quiero ir a la playa o ir de compras. En este pueblo no hay muchas más opciones. Sin entusiasmo, he elegido ir a la playa. Me siento un poquito triste y me doy cuenta de que casi siempre me pasa, cuando es mi cumpleaños. Siempre ha habitado en mí un trasfondo de melancolía, un espíritu insatisfecho y contradictorio, en ocasiones bastante aguafiestas, cuando toca celebrar. En momentos festivos me suele invadir la tristeza y la apatía. Puede que mi niña interior estuviera esperando una fiesta sorpresa, regalos increíbles, una comida deliciosa que no engordara, un viaje fantástico, una reunión de todas las personas importantes de mi vida, un vale por todos los tratamientos de belleza que quisiera, un vale por todos los cursos que me apeteciera hacer, un sueldo vital,... Y aun de haber sido así, tal vez mi niña interior habría querido retirarse a un rincón a llorar o a regodearse en silencio con su desazón vital. No se...

Laura está en Dubai. Se ha ido a vivir allí por un tiempo indefinido. La sigo echando de menos. A final del mes pasado he estado con ella en el norte de Cerdeña, en la Costa Esmeralda, y hemos disfrutado mucho de estos días juntas en un entorno idílico. Las playas allí son preciosas, con ese mar de aguas color azul turquesa, frescas y transparentes que invitan al sumergirse en ellas y lo mejor de todo es que no estaba masificado, seguramente, por lo carísima que es esa zona. ¡Cómo echo de menos a mi niña!. Es una hija maravillosa y la adoro. 

Esta mañana hemos estado en Cabo de Gata, pero solo dos horas. Cuando ha empezado a venir la gente, nos hemos largado. Ya no nos resulta agradable, a ninguno de los dos, pasar las horas al sol, rodeados de gente bulliciosa, niños gritones y corretones salpicando arena, grupos de gente montando jaimas y comilonas con sus lorzas al sol, vociferando e invadiendo el espacio vital de otros, algunos de los cuales ni se inmutan, acostumbrados quizás a esas maneras irrespetuosas. Yo lo llevo muy mal y por eso no suelo ir a la playa. Hace años que el verano se me hace largo y pesado. El calor fuera es sofocante. Hemos pasado ya tres o cuatro olas de calor, con temperaturas por encima de los 35 grados y la semana que viene se espera la próxima… Donde mejor estoy es en casa, con el aire acondicionado puesto. Al final me paso las horas leyendo, sentada al ordenador, viendo series, películas y mirando las redes sociales. Esto último hace que me enfade conmigo misma y tome repetidas veces la decisión de dejarlas de visitar, ya que me parece una pérdida de tiempo tremenda y me hace pensar que estoy bastante deprimida, cuando me sorprendo a mi misma pasando de una imagen a otra, de un post a otro, casi compulsivamente, sin detenerme en nada en especial. 

Ya dejo de escribir por ahora hasta otro rato. No se cumplen 60 todos los días y quería dejar constancia del paso de este día. Probablemente hoy, antes de ir a la cama, escriba unas cuantas líneas más para rizar el rizo. 

Esto que escribo, lo escribo para mi misma, para la Elena de 60 años que soy hoy. Creo que ahora mismo, mientras escribo, entiendo por qué lo hago. Es mi regalo a Elena, la mujer que hoy cumple 60.

Hola Elena, soy "alguien" que te ve desde otro lugar. Alguien que te aprecia, aunque tu no lo sepas. Quiero darte ánimos para continuar y recordarte que no estás sola. Quiero invitarte a calmar tu espíritu, a tener confianza y no dejarte llevar por el miedo. Ten calma, porque todo va a salir bien, Elena. Todo saldrá bien...