miércoles, 5 de mayo de 2010

Palabras

Bonitas palabras suben y bajan,

Paralizan, asaltan, desbaratan…

Palabras enredadas, palabras denunciantes,

Palabras alteradas, reflejos, detonantes…

Las hay prometedoras, pacíficas, serenas,

Otras son seductoras, largas, dulces, amenas…

O bien demoledoras…

Palabras…

Sólo palabras…



Cuando llega el vacío que todo se traga,

Reina el silencio limpio en el cuerpo y el alma.

Yo conozco a un mago que saca de un sombrero,

Montones de palabras de todo tipo y género,

Y luego en un instante, de un solo parpadeo

Desaparecen todas detrás de un manto negro.

¿Qué me dices a esto?... palabras... sólo palabras...

martes, 2 de febrero de 2010

Fábulas y Eneatipos

Jean de la Fontaine
La Cigarra y la Hormiga


Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.
Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:
-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?
-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.
-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.

¿Y la cigarra...? ¿Podría ser Siete?...
¿Y la hormiga... una Uno?

Esopo
La zorra y las uvas



Estaba una zorra hambrienta, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.
Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:
-- ¡ Nolas quiero, no están maduras... !


¿Con que eneatipo asocias esta fábula?...
¿Y ésta?:

EL PERRO Y EL COCODRILO
Bebiendo un perro en el Nilo
al mismo tiempo corría.
—Bebe quieto—le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole el perro prudente:
—Dañoso es beber y andar,
¿pero es sano el aguardar
a que me claves el diente?.
¡Oh, qué docto perro viejo!
Yo venero tu sentir
en esto de no seguir
del enemigo el consejo

Felix María Samaniego

A mi me parece que la zorra tiene mucho que ver con la actitud del Cuatro, y que el perro tiene mucho de Seis, no?

Más sobre el Eneagrama

Eneagrama, un camino y un método hacia el desarrollo pleno del ser humano"

Este texto que leéis más abajo está tomado en su mayor parte de fragmentos de otros textos que informan sobre el Eneagrama.
He copiado literalmente algunos párrafos de las siguientes fuentes:
http://www.personarte.com/
Libro de Helen Palmer. El Eneagrama: Un prodigioso Sistema de Identificación de los tipos de Personalidad.
Libro de Maite Melendo: En tu centro: el Eneagrama
Libro de Carmen Durán y Antonio Catalán: El Eneagarma. Los engaños del carácter y sus antídotos.


Hablando en general debemos comprender que el eneagrama es un símbolo universal. Todo conocimiento puede incluirse en el eneagrama y puede interpretarse con la ayuda de éste. En relación con ello sólo lo que un hombre es capaz de incluir en el eneagrama es lo que realmente sabe, o sea, comprende. No entiende lo que no puede incluir en el eneagrama. Para el hombre que es capaz de utilizarlo, el eneagrama hace fútiles los libros y las bibliotecas. Todas las cosas pueden incluirse y leerse en el eneagrama. Un hombre puede estar completamente solo en el desierto, trazar el eneagrama en la arena y leer en él las leyes eternas del universo. Y cada vez puede aprender algo nuevo, algo que antes desconocía... El eneagrama es el jeroglífico fundamental de un lenguaje universal que tiene tantos significados distintos como niveles de hombres existen... El eneagrama es un diagrama esquemático de movimiento continuo, o sea una máquina de movimiento perpetuo. Pero evidentemente es necesario saber como leer dicho diagrama. La comprensión de este símbolo y la habilidad de utilizarlo le proporciona mucho poder al hombre. Se trata del movimiento continúo y también de la Piedra filosofal de los alquimistas”.

Cita de P.D. Ouspensky, In Search of the Miraculous (New York: Harcourt Brace & Co., 1949), pág.294.

Cuando mi tutor me dijo que debíamos elaborar una tesis de fin de curso, me asusté. ¿Cómo me las iba a arreglar yo para hacer algo tan complicado como una tesis? Una tesis me suena a un trabajo de investigación científica, serio y complejo, para el cual es necesario prepararse durante meses, recabar información, estudiar, analizar, argumentar…
Más adelante, probablemente consciente él también de mis trabas egoicas, suavizó el tema refiriéndose a la misma como trabajo de fin de curso, lo cual hizo que me sintiera más relajada.
En mi fuero interno, desde el primer momento sabía que mi trabajo versaría sobre el Eneagrama de la personalidad, pero ¿qué contar de novedoso sobre el Eneagrama? … Hay un montón de libros, artículos en revistas y páginas web en las que se explica sobre este tema de diversas maneras y para todos los gustos: resumidamente, ampliamente, para expertos en la materia, para niños, para adolescentes…, y diversos enfoques: cristiano, sufí, espiritual sin estar vinculado a ninguna doctrina religiosa en particular, meramente psicológico….
Entonces ¿qué podría yo aportar de nuevo por medio de mi trabajo?


Él me propuso escribir un texto fácil, claro y ameno, que sirviera de introducción al tema a cualquier persona que no tenga idea sobre el mismo; así que varié en cierta forma mi perspectiva bajando un poco el listón, lo cual también fue un respiro. Innegablemente hubiera sido muy difícil para mí el aportar algo de nuevo al sistema, sobretodo porque yo misma soy una aprendiz y disto mucho de llegar a dominar la cuestión hasta el punto de formar parte del grupo de personas que hoy por hoy contribuyen al desarrollo de esta poderosa herramienta en el mundo.
En todo caso, y desde mi humilde posición de aprendiz, seguiré el consejo de mi tutor y dedicaré las siguientes páginas a explicaros algo sobre el Eneagrama, siendo ese “algo” el resultado de mi propia comprensión sobre el sistema, tras dos años de lecturas y observación.



El símbolo
La primera pregunta que a cualquiera le puede surgir a propósito de un tema desconocido es ésta: ¿Qué es eso? ¿De qué estamos hablando?


La palabra Eneagrama se compone de otras dos palabras procedentes del griego, que son Ennea = nueve, y gramma = trazo. En geometría es una estrella de nueve puntas:


"El circulo está dividido en nueve partes iguales. La figura construida sobre seis de los puntos de división tiene por eje de simetría el diámetro que pasa por el punto superior. Este punto es la cima de un triángulo equilátero construido sobre los tres puntos situados fuera de la primera figura.
(…)
Este símbolo no es conocido por los «ocultistas». No puede ser encontrado en ninguno de sus libros, y tampoco es objeto de tradición oral. Los que conocían el significado de este símbolo le daban tal importancia que nunca quisieron divulgarlo.
"En toda la literatura, a duras penas se pueden encontrar algunos rastros o representaciones parciales de este símbolo”.

Ouspensky “Fragmentos de una enseñanza desconocida

Observando esta figura geométrica, podremos constatar que está compuesta de otras tres: un círculo, un triángulo central y una hexada o figura de seis puntas.



Analicemos un poco cada una de ellas y su significado por separado:


El círculo


Antes de nada, observemos un círculo con nuestros propios ojos y dejemos vagar nuestra mente. ¿Qué simboliza un círculo para nosotros?
Pitágoras simbolizaba todos los acontecimientos del Universo, incluidos los del hombre tanto en el plano material como el espiritual, con un círculo.
El círculo simboliza la Totalidad, la Completud, la Unidad, la ley del Uno. No tiene un principio ni un fin concreto, sino que más bien es una secuencia formada por múltiples puntos unidos entre si.
Para muchas culturas simboliza el Origen, la Fuente de la que todo emana, el fluir continuo de la energía, la transformación progresiva, y por tanto, el Absoluto, el Amado, Dios.
El círculo simboliza tanto el momento presente: aquí y ahora, como el transcurso temporal, siendo los diversos puntos que lo forman momentos secuenciales del fluir energético.
Es una Totalidad con la facultad de contener y relacionar elementos aparentemente diferentes (figuras contenidas en él). Es una representación visible de cómo llevar a un equilibrio elementos de distinta naturaleza, cambio y continuidad, caos y orden.

Observamos la forma circular en la naturaleza: átomos, moléculas, plantas, planetas…

Entre los chinos la figura circular está asociada al cielo y se le atribuye valor numérico nueve. En el antiguo Egipto, era un emblema del "eterno ciclo", representando la naturaleza cíclica y eterna del universo, (desde el Uno hacia el Uno), significado posteriormente adaptado por los gnósticos, cabalistas y alquimistas. En algunos escritos se presenta bajo la forma de una dragón, el "dragón alquímico", o Ouroboros.


El triángulo

Hagamos lo mismo con el triángulo. ¿Qué significa para nosotros? ¿Qué asociamos al triángulo?
Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo
Padre, madre e Hijo
Positivo, negativo y neutro
Inicio, medio y fin
Tesis, antítesis, síntesis
Tres puntos de choque que producen discontinuidad

Expresa la LEY DEL TRES = Tres fuerzas que subyacen en todos los fenómenos que existen y acaecen en la naturaleza.
Son tres fuerzas independientes, igualmente fuertes, que confluyen entre sí y producen equilibrio.
El triángulo es una estructura, no un proceso.
El triángulo equilátero es usado como símbolo de la inteligencia superior y representa los tres atributos divinos: Fuerza, Belleza y Sabiduría. Se refiere a las tres potencias o fuerzas que hacen posible la manifestación del universo, que se resumen como acción positiva o impulsora, negativa o receptora y neutra o conciliadora. El reflejo psicológico de estas tres potencias lo encontramos en el ser humano como intelecto, sentimiento y voluntad. También como lo mental, lo emocional y lo instintivo. Los nueve eneatipos del eneagrama se dividen en tres grupos triples que van a indicar de dónde nace la fuerza de la compulsión en cada tipo: tres eneatipos mentales, tres emocionales y tres viscerales. En cada grupo, a su vez, encontramos un tipo extrovertido, uno introvertido y otro neutro.

Sin la acción de la fuerza neutralizante, la fuerza activa y la fuerza pasiva se oponen indefinidamente. Nuestra visión del mundo deviene entonces polar y nuestra existencia viene marcada por la fuerza y tensión antagónica de los contrarios. La creación depende de la acción armónica de estas tres fuerzas. El ser humano en su estado de conciencia ordinaria oscurecida ignora la existencia de esta tercera fuerza. Un acto de creación es el resultado de la unión de estas tres fuerzas donde la fuerza neutralizante se convierte en la fuerza activa del acontecimiento siguiente dando lugar así a la cadena universal de manifestación.
La alquimia indica que la creación tuvo lugar por la interacción de tres principios: el azufre, el mercurio y la sal.

Las tres leyes universales fundamentales que regulan toda manifestación son:

La ley de la unidad: todo surge y tiende a la unidad, porque lo creado lleva un su interior la semilla de su creador.

La ley de la correspondencia: como arriba, así es abajo. El universo y, por consiguiente, el ser humano, es un holograma. La parte contiene el todo.

La ley de semejanza: lo semejante se atrae. Es un principio electromagnético que no se refiere a la polaridad, sino a la vibración.

La aplicación psicológica de estos tres principios, de una forma muy sucinta, nos dice que todo pensamiento guarda la esencia de su pensador; toda acción es un reflejo del motor que la generó; a nuestra vida atraemos aquello que deseamos o, lo que es lo mismo: construimos el mundo según nuestra particular percepción de las cosas.

Según Gurdjieff, el ser humano posee tres centros motores: el intelectual, el emocional y el instintivo. Este último lo dividía a su vez en instintivo básico, sexual y motor.
La integración de los tres centros en la persona, es uno de los objetivos principales que persigue el trabajo con el eneagrama. Encontrar un equilibrio entre las cosas que sentimos, pensamos y actuamos, es crucial para el desarrollo y madurez del ser humano.
Gurdjieff decía que la humanidad, por lo general está muy influenciada y regida por el dualismo, y generalmente es ciega a la tercera fuerza.
Según Gurdjieff, vivimos en un mundo de dualidades, de opuestos. Somos seres divididos, vivimos “dominados” por estos opuestos, dormidos y automatizados. Creemos que somos íntegros porque no nos damos cuenta de que funcionamos como autómatas.
El hecho de “darnos cuenta” de nuestra mecanización hace que introduzcamos una “tercera fuerza” o “tercera línea”, que es la de la decisión o la voluntad de trabajar sobre nosotros mismos. Así pasaríamos de la dualidad a la trinidad.


El hexagrama
El hexagrama, en conjunción con el círculo, se refiere a la ley del 7 o ley de la octava. Si dividimos 1 entre 7, encontramos el 0 como unidad, y una serie de seis dígitos decimales: 0,142857…periódicos. Asimismo, si consideramos que la unidad viene representada por el círculo y dividimos los 360 grados que tiene el círculo entre 7, volvemos a encontrar los mismos dígitos como decimales: 51,428571... La suma de las seis cifras que se repiten periódicamente (1+4+2+8+5+7) da 9.

Según Gurdjieff, en toda manifestación de las cosas existe una discontinuidad ordenada, como ocurre en la escala musical (siete notas: do, re, mi, fa, sol, la, si…). En esta sucesión existen puntos donde el sistema recibe influencias “exteriores”, en concordancia con los intervalos de medio tono si-do y mi-fa. Sin estas aportaciones “exteriores” no hay evolución posible y el proceso se repite sin avance, girando en un círculo vicioso. Esta ley nos muestra que en la naturaleza no hay líneas rectas, sino una constante desviación de fuerzas que recibe alimentación externa.
En relación con el eneagrama, esta ley nos indica que todos en nuestro interior poseemos la esencia de los nueve tipos, pero por razones que se esconden en el pasado, nos hemos quedado estancados en un determinado tipo. La manifestación plena de nuestras potencias sólo se cumplirá cuando aceptemos estas “ayudas” y hagamos saltar el cerrojo que nos mantiene encerrados en el círculo vicioso de acción-reacción de nuestra personalidad.
Gurdjieff
Orígenes


Existen fuentes que apuntan a que el origen del Eneagrama pudiera estar en la escuela de Pitágoras, en la antigua Grecia, si bien no se ha podido determinar con claridad, ya que muchos documentos antiguos de gran valor para la humanidad, desaparecieron en la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, allá por los siglos III y IV, en sucesivas invasiones.
En todo caso, fue el sabio armenio George Ivanovitch Gurdjieff (1877-1949), quien lo introdujo por primera vez en occidente y lo utilizó en su escuela del Cuarto Camino, tras haber recibido sus secretos de la orden sufí naqsbandi.

Oscar Ichazo
En los años 70, el boliviano Oscar Ichazo, impartió la enseñanza del Eneagrama a un grupo de personas reunidas en un famoso retiro en el desierto de Arica (Chile), entre las cuales estaban el psiquiatra chileno Claudio Naranjo, quien lo comenzó a extender por América y Europa, aplicado al estudio de la personalidad.
Posteriormente, ha habido numerosos autores que han aportado sus valiosas investigaciones al sistema del Eneagrama, como Don Richard Risso, Helen Palmer, Richard Rohr, A.H.Almas, Sandra Maitri, entre otros.

Las Tríadas
El Eneagrama se divide en tres tríadas:
1) Tríada del instinto: Ocho, Nueve y Uno
2) Tríada del pensamiento: Cinco, Seis y Siete
3) Tríada del sentimiento: Dos, Tres y Cuatro


Los representantes de cada tríada utilizan la energía básica correspondiente a cada centro y la deforman con el fin de defenderse contra su dilema central, ya sea bloqueándola (9, 3 y 6), hiperdesarrollándola (8, 2 y 5) o desviándola (1, 4 y 7).
Según la teoría del Eneagrama, estas tres funciones están relacionadas con «centros» sutiles del cuerpo humano, y la personalidad se fija principalmente en uno de esos centros.


Las pasiones

Las pasiones reciben en el eneagrama los mismos nombres que los pecados capitales de la religión católica, aunque la vanidad y el miedo no son recogidas por el catolicismo. Sin embargo, los términos son utilizados en un sentido diferente del tradicional, como iremos viendo.
Para el Eneagrama, la pasión es el tono emocional dominante en la persona cuando ésta vive sometida a la tiranía de su ego compulsivo. La pasión sería como el sabor interno de la persona descentrada o fijada en la compulsividad propia de su tipo de personalidad.
En algún momento de nuestro desarrollo temprano, algo que es necesario e incuestionable, es la adquisición de nuestra individualidad como egos. Perdemos la experiencia directa de nuestra existencia, y eso produce una enorme reacción en nuestro corazón. Eso es lo que llamamos la pasión.
Podríamos entender la pasión como una constante reacción emocional provocada por la pérdida de conexión con la presencia.
Desde la visión del eneagrama no hay pasiones mejores o peores que otras. Todas son equivalentes en cuanto todas son formas de obstaculizar el crecimiento y el contacto con el ser esencial.
Según el autor, algunas de ellas reciben distintos nombres, por ejemplo, la pasión del Dos es nombrada por Ichazo como la soberbia, siendo para otros autores orgullo. Así el Tres, es para unos falsedad y para otros vanidad, o la cobardía, miedo.
La pasión del nueve (que no aparece en el recuadro más abajo), es la pereza.
La pasión es la manera principal de descentrarnos y distorsionar nuestro modo de sentir, pensar y hacer. Riso & Hudson.

Las fijaciones o estructuras
Las fijaciones son los errores cognitivos que van asociados a las pasiones y que llevan a interpretar el mundo y las relaciones desde una óptica peculiar. Son ideas establecidas en el momento de la constitución del carácter, o sea, en la infancia, bajo la presión de la pasión y que se mantienen luego como verdades incontrovertibles en lo profundo de nuestro ser, determinando nuestro sistema de valores y nuestra conducta. Son un proceso de naturaleza mental, a diferencia de las pasiones, que son de naturaleza instintiva.
La fijación es el apego a una particular perspectiva, olvidando las demás.

Generalmente, aprendemos comportamientos compulsivos por repetición; esta repetición hace que dichos comportamientos se fijen en nosotros; por eso el eneagrama denomina la compulsividad de cada tipo como “la fijación”. Oscar Ichazo describió la fijación como “un círculo vicioso” que empieza y termina en sí”; es un patrón de comportamiento tan obvio a nuestros amigos, que casi pueden predecir nuestras reacciones.
Es fundamental que cada uno conozca su propia fijación, para así destruir esos patrones de comportamiento que, al ser compulsivos, son autodestructivos, o por lo menos, no nos dejan ser libres.
Otra manera de definir la fijación sería decir que es la distorsión, el abuso o el mal uso de la cualidad esencial propia de cada tipo.

Las virtudes
Dhiravamsa sostiene que, para cultivar la virtud, cada rasgo debe tomar conciencia de que esa virtud no es algo extraño y ajeno a él, sino que por el contrario forma parte de su realidad y se manifiesta espontáneamente en los momentos mejores de su vida. Sólo hay que permitir que ese estado emerja y alcance la mente consciente. Como cada una de las virtudes es la herramienta adecuada para un tipo de personalidad, es muy importante la identificación correcta del rasgo (o tipo), puesto que son antídotos específicos, y aunque a todos nos venga bien el ejercicio de cualquier virtud, es mucho más transformadora la propia.
En un nivel profundo, la virtud asociada con nuestro punto en el eneagrama es la auténtica cualidad que necesitamos con el fin de experimentarnos a nosotros mismos objetivamente tal como somos. Por lo tanto, cuanto más nos experimentamos íntimamente de un modo verdadero, más se desarrolla nuestra virtud.

Las Ideas Santas
Para Claudio Naranjo las Ideas Santas son "aspectos de la realidad que poseen la virtud de disolver la fijación individual o error cognitivo implícito".
Las Ideas Santas serían las perspectivas iluminadas de la realidad.
Almaas nos explica sobre las Ideas Santas lo siguiente:
Cada Idea Santa representa una percepción directa y concreta de la realidad como una característica específica o faceta de la clara percepción de lo que existe. Las nueve Ideas, por lo tanto, nos proporcionan una amplia visión de la realidad objetiva. El punto de vista transmitido por el Eneagrama es el de que cada fijación del eneatipo constituye la expresión de una perspectiva mental limitada sobre la realidad, y de que cada una de las nueve perspectivas egóicas es el resultado directo de la pérdida o ausencia de percepción iluminada de una de las Ideas Santas. El Eneagrama de las Fijaciones refleja el punto de vista ilusorio, o punto de vista egóico, sobre la realidad, que expresa la pérdida de la visión iluminada, representada por el Eneagrama de las Ideas Santas”.
Facetas de la Unidad. El Eneagrama de las Ideas Santas. A.H. Almaas


Para mí, una explicación sencilla sobre las Ideas Santas sería la siguiente:
Los seres humanos somos manifestaciones de la divinidad, es decir, expresiones o facetas de Dios. Cada uno de nosotros representa alguna de esas Ideas Santas, que son cualidades divinas. Es como si hubiéramos venido al mundo a manifestar, a realizar, a brillar, de esa particular manera, la cualidad o el don divino que alberga nuestro ser más profundo.
Por eso Almaas titula su libro “Facetas de la Unidad”, la “Teoría del Diamante”, refiriéndose a esas facetas como a cada una de las Ideas Santas. Todas ellas conforman el Diamante divino, o Dios.

Las Ideas Santas son las siguientes (si bien existen distintas denominaciones para cada una, según el autor):

Ocho: Santa Verdad; Nueve: Santo Amor (Caridad); Dos: Santa Libertad; Tres: Santa Esperanza (Confianza); Cuatro: Santa Originalidad; Cinco: Santa Omnisciencia; Seis: Santa Fe (Seguridad Absoluta); Siete: Santo Trabajo (Placer Interno).


“Tanto las Virtudes Esenciales como las Ideas Santas son atributos de la divinidad... De allí que se pueda decir que si se llegan a reunir en Su Nombre, las nueve clases de Ser Real que hay en la humanidad, en el instante que haya ahí cero ego, estamos nada menos que ante Dios "en persona"... Ante Su Imagen y Semejanza. Visibles todas las facetas de la Unidad, como quien gira ante la Luz un diamante...”

Los Tipos del Eneagrama
 El término “eneatipo” es utilizado por una gran parte de expertos en eneagrama. Éste término fue acuñado por primera vez por Claudio Naranjo. Sin embargo, otros prefieren utilizar el término más general de “tipo”, “rasgo”, “enea-estilo” o incluso “ego-tipo”. La mayor parte de los textos sobre Eneagrama, equiparan el eneatipo a “tipo de personalidad”, si bien algunos autores, como la norteamericana Susan Rhodes, nos dice que el eneatipo no es igual que la personalidad, sino que es más bien algo así como el temperamento con el que ya nacemos, ya que ella afirma que el eneatipo es innato.

Los tipos del Eneagrama no son la misma cosa que tipos de personalidad, sino más bien tipos de temperamento 

Estos tipos temperamentales del Eneagrama son innatos (están con nosotros desde el nacimiento) 
Juegan un papel central en la configuración de la personalidad, pero no son la misma cosa que la personalidad

En todo caso, el Eneagrama define 9 tipos principales o distintas “maneras de experimentar la vida”, que se clasifican según el siguiente cuadro sinóptico:

Tipo Uno
Pasión: Ira
fijación: Perfeccionismo
El que se empeña en que todo sea "como tiene que ser". Crítico, ordenado, fuerte sentido de la responsabilidad. Marcado código de ética. Pulcro, con tendencia a la represión de los instintos.










Tipo Dos
Pasión: Orgullo
Fijación: Falso amor
En lugar de atender a sus propias necesidades, se vuelca en las de los demás. Es  servicial, amoroso, adulador, encantador, seductor... a cambio de ser reconocido, ser tenido en cuenta... ser amado.





Tipo Tres
Pasión: Vanidad
Fijación: Engaño-apariencia
Lo que importa es "cómo me ven los demás".  Activo, eficiente, experto en promocionarse y venderse a sí mismo. No acepta el fracaso. Persigue el éxito y el reconocimiento social por sus logros. Puede resultar poco profundo, más bien frío, o incluso frívolo. Será la "persona modelo" en cualquier campo: el ejecutivo eficiente, la top-model perfecta, la familia feliz... Un ejemplo serían Barbie y Ken.


Tipo Cuatro
Pasión: Envidia
Fijación: Insatisfacción
Se siente diferente, original. Aman y sufren intensamente. A menudo se deja llevar por sentimientos de melancolía. Es romántico, creativo, quejica, llorón... Suelen hacer sentir a los demás culpables de sus propias desgracias. Parece que nunca está satisfecho, pues nunca termina de llenarse esa especie de vacío existencial que siente. Ha sido llamado "El aristócrata en el exilio".





Tipo Cinco
Pasión: Avaricia
Fijación: Desapego
Son personas que tienden a intelectualizarlo todo. Son los típicos "sabiondos", algo retraídos. Pueden ser ratones de biblioteca. Acumulan datos: nunca tienen bastantes. Les suele costar asumir un compromiso. Les da miedo de que les roben su espacio, en el cual se sienten guarecidos del exterior. Se aislan en "la azotea"... donde suelen abstraerse en sus elucubraciones mentales.





Tipo Seis
Pasión: Miedo
Fijación: Acusación
Son gente, por lo general, insesgura y desconfiada. Dudan de todo y de todos. Les cuesta tomar decisiones. Prefieren conocer las reglas y limitarse a cumplirlas, aunque también se suelen rebelar contra la autoridad. Son bastante contradictorios. Los hay muy escéticos, temerosos, miedosos, rayando en la fobia.
También los hay osados y temerarios, sólo para demostrarse a sí mismos y/o a los demás que no tienen miedo. Aunque en una misma persona suelen darse ambas actitudes dependiendo del momento.  Están al acecho del peligro. El mundo es un lugar peligroso y hostil, por lo tanto es necesario protegerse.
Suele padecer bastante de ansiedad.


Tipo Siete
Pasión: Gula
Fijación: Autoindulgencia
Estos tipos son bastante alegres, charlatanes, planificadores y activos. Les cuesta permanecer en el "aquí y ahora". Su mente se suele disparar hacia un futuro bastante prometedor e idealizado.
Suelen ser creativos, juguetones, chistosos, amenos e imaginativos. Se les compara con Peter Pan, el eterno niño. Huyen del dolor y buscan el placer (comida, bebida, viajes, planes...) Les cuesta centrarse y terminar los proyectos. Tienen tendencia a la dispersión. Tampoco les gusta el compromiso. Mejor el picoteo.

Tipo Ocho
Pasión: Lujuria
Fijación: Castigo
Tienen fama de "tipos duros", sean hombres o mujeres. Suele ser el tipo retador, el protector, el jefe, el "aquí mando yo".
Huyen de la debilidad. "No está bien mostrar los sentimientos, porque eso es de débiles". Son caracteres dominantes que no se dejan pisar por nadie. A veces pueden mostrarse demasiado directos y bastante crueles e incluso intimidadores. Piensan que la mejor defensa es un buen ataque.


Tipo Nueve
Pasión: Indolencia-pereza
Fijación: Olvido
El típico bonachón, o bonachona. El "tengamos la fiesta en paz; aquí no pasa nada". Ante todo busca "estar en paz", que no perturben su calma. Para ello "se borra del mapa".
Es mediador. Suele postergar las decisiones y las cosas importantes. Tiende a evadirse en tareas automáticas como ver la tele comiendo palomitas, hacer crucigramas... Le da pereza ocuparse de su interior, de su vida, hacerse planteamientos profundos... Tiende a "matar el rato" y a veces parece que "ni siente ni padece". Son personas amigables y serviciales. Suele padecer de falta de autoestima. A veces cae en la dejadez de su físico y de su persona en todos los aspectos. 




jueves, 28 de enero de 2010

Se muere la cantaora

Mujer gitana. Juan Casado

La cara de blanca cera
Los ojos de pozo negro
Las manos desmadejadas
Y el pecho ya sin aliento
Se muere la cantaora
Se muere ya sin remedio
Que no hay rosas en su huerta
Ni caricias en su seno

Vuela, vuela cantaora
Que tu voz se lleve el viento,
Que le llegue a corazones
Solitarios y sangrientos.
Tu voz es vida en las sombras
Es el manto del silencio.


Luna: quiero ser poeta

Yo quiero ser poeta

Con suaves alas volar
Por encima de la mar
Pintar el cielo pastel
Y dormir en el regazo
De la lunita lunera

Luna, quiero ser poeta
Poeta de sal y yedra
Poeta de barro y risa
Saltar los charcos cantando
Sobre mi cara el rocío
Bajo mis pies el olvido

Que yo quiero ser poeta
Correr por la arena tibia
y bañarme en las estrellas
y dormirme en el regazo
de la lunita lunera



Andar...

Andar...
Andar y andar los caminos
Caminos de espuma y piedra
Caminos de luz y niebla
Caminos de sangre y sol
Andar...
Las montañas y los valles
Los desiertos y los mares
Los pies ya solitos van...
Andar...
Y de tanto en tanto vuelvo
la vista al viejo sendero
mano en la frente, humedad,
tristeza, anhelo, esperanza
de llegar a alguna parte...
Llegar...
de tanto en tanto regreso
al lugar en que me encuentro
del que pretendo escapar...
Huir
como cierva en montería
huir de la vil rutina
salir corriendo... gritar...
Volver
Volver de nuevo al presente,
y sentir los pies cansados
mas retomar el camino,
un largo camino andar...








miércoles, 20 de enero de 2010

Bibliografía sobre Eneagrama

-     “La Sabiduría del Eneagrama”, de Don Richard Riso y Russ Hudson - 2000
-   Carácter y neurosis: Una visión integradora”‎, de Claudio Naranjo - 1996
-   “El Eneagrama de la sociedad. Males del mundo, males del alma”, de Claudio Naranjo
-   "La Espiritualidad del Eneagrama”, de Sandra Maitri
-   “Facetas de la Unidad. El Eneagrama de las Ideas Santas”,  de A. H. Almaas.
-   "Fragmentos de una enseñanza desconocida”, de P.D. Ouspensky
-   “El Eneagrama: un camino hacia el autodescubrimiento”, de María Bessing, Robert J. Nogosek, Patrik H. O’Leary – 1998
-  "Eneagrama. Los engaños del carácter y sus antídotos", de Carmen Durán y Antonio Catalán.

El Eneagrama como camino de autodescubrimiento

Hay una parte de cada ser vivo que desea convertirse en sí misma, el renacuajo en rana, la crisálida en mariposa, el ser humano herido en ser humano sano. Esto es la espiritualidad.


ELLEN BASS

  1. Mi camino ¿Por qué el Eneagrama?
Desde muy pequeña, a lo largo de toda mi vida, me he estado preguntando sobre el sentido y el propósito de la existencia, atravesando etapas en las que me sentía profundamente herida a causa de este aparente “sinsentido” que parece ser el estar vivo. Ninguna cosa material, ninguna meta de las que se me ofrecía parecía albergar para mí suficiente recompensa como para saciar mi profunda sed de comprensión sobre el misterio de la vida.
Es por eso que me he pasado la vida indagando, buscando, intentando encontrar una respuesta que pudiera de algún modo acercarme a la verdad.
Hace algunos años ya (unos quince), una amiga, que se encontraba en aquél tiempo haciendo el trabajo de los SAT (Seekers after true) con el psicólogo y psiquiatra chileno Claudio Naranjo, me habló del Eneagrama. El sistema no me era totalmente desconocido, pues ya había recibido anteriormente algunas referencias sobre el mismo, pero hasta entonces nunca había llamado mi atención tanto como para ahondar en él. Aquella vez, escuchándola, me dí cuenta de que podía ser una valiosa herramienta de autoconocimiento y decidí comprarme un libro para averiguar un poco más, y también – dicho sea de paso – para poder entender la “jergonza marciana” (término prestado de Alfonso Colodrón) en la que se comunicaban las personas que entonces componían mi grupo de amistades, que en cierta forma me sacaba un poco de quicio, pues solían hacer observaciones  acerca de los otros, refiriéndose a ellos con frases del tipo “es claramente un Uno” (o un Dos, un Tres o lo que fuera…), que me dejaban tan intrigada como mosqueada, llegando a considerarlos muchas veces como “enterados” o snobs. Sin embargo mi vida de entonces era demasiado azarosa y complicada como para poder encontrar la suficiente calma interior para concentrarme en la lectura y en la introspección. Estaba atravesando momentos muy difíciles, enredada una vez más en una relación de dependencia emocional muy destructiva que me producía un intenso sufrimiento.

Una vez pasada esa etapa, tras varias mudanzas, alguna que otra terapia y altibajos emocionales, comprobé que el libro del Eneagrama aun seguía conmigo. De vez en cuando leía algún fragmento y consultaba en él por si podía encontrar algún alivio a mi dolor existencial, alguna explicación a mi sufrimiento. La amiga que me había hablado de su experiencia con esta herramienta me había identificado a mí en aquel entonces con el tipo Cuatro, encontrando yo misma al leerlo que, en efecto, había muchas coincidencias. Más adelante, en cambio, llegué a comprobar que mi tipo de personalidad no es el Cuatro, sino el Seis. Lo que probablemente sucedió fue que en esa etapa me encontraba en una fase en la que me parecía mucho al Cuatro, lo cual dio lugar a una tipificación errónea.


Hay que entender el Eneagrama como un sistema en movimiento. Todos tenemos aspectos de todos los eneatipos (o tipos), pero siempre habrá uno que tenga más que ver con esa motivación central que dirige nuestras acciones, pensamientos e impulsos. Por eso de que el Eneagrama es dinámico, habrá momentos o etapas en las que nos encontremos más ubicados en un tipo que en otro. (Para entender el flujo de las flechas del Eneagrama habrá que profundizar un poco más en su estudio. Al final de este trabajo aporto bibliografía para quien desee emplear la herramienta en su propio trabajo de autodescubrimiento).
A lo largo del tiempo, me he ido dando cuenta de que el trabajo de sí, como lo llamaba Gurdjieff, es un trabajo muy personal. Es un camino en solitario, lo cual no significa que no se puedan compartir experiencias con otras personas que también persiguen un mayor nivel de consciencia; lo que pretendo decir es que, comenzando por el descubrimiento del propio rasgo o tipo, es uno mismo, y nadie más, quien debe realizar el trabajo.


El libro sobre el cual comencé a estudiar el Eneagrama fue el de Helen Palmer, “El Eneagrama”. Aun lo tengo entre mis libros de cabecera y frecuentemente acudo a él para consultar alguna duda o ampliar algún dato.
Tras esa etapa difícil sobre la cual he escrito someramente, seguí atravesando momentos muy bajos. En uno de ellos, cansada de aguantar el dolor existencial, decidí acudir a un psiquiatra, dispuesta a aceptar tomar medicación, en contra de mis entonces defendidos principios e ideales de sanar los conflictos desde sus raíces más profundas. Ahora sé que, dado el caso, no hay por qué llegar a estados tan agotadores, empeñándose uno en descartar la solución temporal de la medicación, siendo necesaria. No sé si llegaron a transcurrir dos años medicándome - en el transcurso de los cuales hasta llegué a casarme por segunda vez - cuando un buen día decidí que había llegado el momento de abandonarla poco a poco, hasta dejarla por completo. Estaba preparada para buscar la sanación de mi herida desde sus raíces más profundas, y lista de nuevo para el combate.


Considero que el trabajo de sí es el proyecto más ambicioso que un ser humano puede llevar a cabo. En muchas ocasiones se produce desaliento, porque parece como si uno no hubiera avanzado nada a pesar de los esfuerzos invertidos, pero cuando transcurridos los años me detengo y miro hacia atrás, me doy cuenta de que sí ha habido una evolución. Donde parecía que tan sólo giraba en círculo, resultó no ser un círculo cerrado, sino un espiral ascendente, cual ascensión por escalera de caracol.
El camino del aprendizaje dura toda la vida. Somos también materia y estamos aquí en el mundo para aprender a desenvolvernos con la materia, además de para elevar nuestro espíritu. Mientras uno está vivo está aprendiendo y superando obstáculos. Sería algo así como un pájaro que tuviera que aprender a volar con una piedrecita atada a las patas. Siempre se dice que un árbol no puede crecer bien si no tiene sus raíces bien plantadas en el suelo. Así sucede con el ser humano. Si no nos hacemos conscientes de nuestras raíces, llegando a reconciliarnos con nuestro pasado, aceptando plenamente quienes somos, poco podremos llegar a vivir intensamente nuestro presente y a liberar nuestro espíritu.


Volviendo a aquél punto de arranque, no sabiendo por donde comenzar tras ese período de depresión, se me ocurrió buscar en Internet, cosa que hice introduciendo en Google espontánea- e intuitivamente la palabra “Eneagrama”, siendo la primera que acudió a mi mente. Entonces dí con el enlace “Eneagrama 2001”, y así comenzó todo un proceso de trabajo en el que aun estoy inmersa.
Recuerdo que mi primera pregunta al foro fue si alguien podía recomendarme alguna terapia. Creo que donde realmente empecé a encontrar alivio fue en el hecho de comunicarme con personas que de alguna forma pudieran entenderme; personas que hubieran sentido el mismo desgarro vital que yo, alguien que pudiera ofrecerme alguna pista, mostrarme alguna señal por donde continuar mi búsqueda.
Aquél fue el comienzo de una relación intensa y muy enriquecedora con algunos miembros del foro. Devoré casi toda la información que contiene la página, traduje del inglés al español un libro sobre el Eneagrama sufí, acudí a un par de talleres presenciales y leí artículos y libros en relación con el tema. A pesar de eso, he de reconocer que mi conocimiento de esta poderosa herramienta aún está en mantillas, ya que al ser un sistema abierto, continuamente se descubren nuevos aspectos y cosas interesantes sobre él; por otro lado siento que me queda tanto por aprender de mi misma y del ser humano en general, que una vida entera probablemente no sería suficiente.
Entonces ¿qué beneficio he obtenido del Eneagrama? ¿En qué manera ha mejorado en algo mi calidad de vida a través de este trabajo?
En primer lugar, el Eneagrama me ha servido y me sirve como herramienta de autoconocimiento y autocomprensión.
Siempre he sentido una intensa llamada hacia la espiritualidad, y realmente me hallo en mi medio cuando estoy meditando. Puedo pasarme horas practicando meditación budista sentada ante una vela, meditación caminando, realizando ejercicios de yoga, contemplando el aura, puedo maravillarme del esplendor de la creación, quedarme atónita ante un cielo al atardecer o ante el vuelo de un pájaro, percibir todo tipo de sensaciones sutiles, zambullirme en un mundo onírico alucinante y flotar en un universo etéreo de misterio en el que me siento como pez en el agua, pero sin embargo no me siento realizada en la función que desempeño en mi día a día, se me plantean conflictos en mis relaciones que me cuesta mucho resolver, mi propia indecisión y mis miedos me hacen sufrir y en ocasiones no me soporto a mí misma.
Considero y sé por  mi propia experiencia que un trabajo espiritual no surte efecto si no hay un trabajo sobre la personalidad, es decir, un trabajo psíquico.
Lo primero, como bien nos explicaba José María Doria en uno de los temas tratados en el curso, consiste en sanar nuestro ego, en conocernos a nosotros mismos – tal como dictaba la frase escrita en la puerta del templo de Apolo en Delfos “Conócete a ti mismo”. Sin ese “trabajo de sí” poco podemos avanzar en nuestra evolución personal.
Lo que nos ofrece el Eneagrama es un método para desvelar las trampas de nuestra personalidad, descubrir cuál es nuestra motivación más profunda para actuar como actuamos, es decir, qué pasión nos está guiando, y cómo se establecen ciertas pautas mentales que nos llevan a dar vueltas en un círculo vicioso, induciéndonos a comportamientos compulsivos, a reacciones instintivas.
Se trata de poder lograr la mejor versión de uno mismo, de integrar nuestra sombra, de iluminar la oscuridad, de forma que podamos brillar en todo nuestro esplendor con la virtud con la cual hemos sido bendecidos, ya que no somos, ni más ni menos, que aspectos de la divinidad, “facetas de la Unidad”, como es  expresado por A.H. Almaas en su libro sobre en Eneagrama “Facetas de la Unidad – El Eneagrama de las Ideas Santas:


“El Eneagrama constituye una estructura que facilita la revelación de la verdad sobre el Ser y sobre los seres humanos como parte de este Ser”.
...


“Escuchad a la caña cómo su historia relata
Y de su separación se queja:
Desde que me alejaron del cañaveral,
Mi lamento ha hecho gemir a hombres y mujeres.
Un corazón desgarrado por la separación quiero
Para explicarle el dolor del deseo de amor.
Quien está alejado de su origen
Desea que vuelva el tiempo cuando
a él estaba unido».
J. Rumi (Siglo XIII), cumbre de la poesía mística.

El Eneagrama potencia la autoobservación y nos ayuda a hacernos responsables de nuestros propios actos. A través del estudio y comprensión de nuestro propio tipo, vamos dándonos cuenta de las trampas de nuestro ego, cazándonos cada vez más frecuentemente en lo que antes eran comportamientos compulsivos, automáticos. Esto nos conciencia para responsabilizarnos de nuestra vida y nuestros actos, pues sabemos que el conflicto no puede ser resuelto desde afuera, sino desde nuestro interior, desde nuestra propia comprensión de las pautas de conducta.


También nos ayuda a entender mejor a los demás, pues nos damos cuenta de que cada tipo del Eneagrama experimenta la vida de manera diferente. Así pues ya no caemos en el error de pretender que el otro vea las cosas de la misma manera que yo las veo (¡cuántas veces nos empeñamos en que los demás nos den la razón, nos entiendan, nos aprueben, hagan las cosas como a nosotros nos gustan!, preguntándonos incrédulos ¿por qué no me entiende, Dios mío?, sin darnos cuenta de que la perspectiva del otro es totalmente diferente a la nuestra).


Esta poderosa herramienta del Eneagrama se basa en tres componentes que construyen aquello que podemos llamar nuestra estructura de personalidad:

-         Un aspecto mental o sistema de creencias rígido, llamado fijación.
-         Un aspecto emocional o el fuego que alimenta la motivación, llamado pasión.
-         Y una compulsión a repetir patrones, actos o acciones que en su momento nos fueron muy útiles por cuestión de supervivencia, pero que ahora han perdido vigencia y por lo tanto utilidad.

El Eneagrama nos explica nueve formas diferentes de experimentar la vida, nueve estilos básicos o puntos de fijación del ego. Algunos autores se refieren a los tipos (se utilizan distintos términos equivalentes a eneatipos: tipos, rasgos, ego-tipos, enea-estilos…) equiparándolos a los tipos de personalidad, mientras que otros, como Susan Rhodes, nos explican que, mientras que la personalidad se adquiere durante la infancia, el eneatipo es innato, con lo cual sería algo así como el temperamento con el cual se nace.
Alfonso Colodrón, escritor y terapeuta gestáltico, en un artículo titulado “Por un Eneagrama abierto y heterodoxo”, publicado en la revista Sintoniza Aeneagrama, del pasado mes de enero 2010, explica que a la hora de estudiar el Eneagrama, debemos tener presente lo siguiente, entre otros aspectos (lo siguiente es una trascripción textual de su artículo): 

-         Ningún mapa es su territorio. Ningún mapa es el mejor ni el único para llegar a un lugar El Eneagrama es un mapa de una enorme riqueza, pero es un mapa abierto,  y como tal, abierto siempre a nuevas ampliaciones, correcciones, perspectivas, aportaciones y horizontes.


-         Desde una perspectiva transpersonal y espiritual, Tú no eres “eso” –con minúscula- es decir no eres realmente ningún eneatipo, porque no eres tu carácter ni tu personalidad. Eres ESO, con mayúscula, la esencia, el Ser que todos somos. El Cristal. Ese único Sabor. Esa única Vibración. Esa única Luz.
-         Si descendemos a las caras o colores del cristal con que nos identificamos, propongo hablar siempre de tener visión del mundo y comportamientos de tipo 1, tipo 2, tipo 3, etc., pero nunca de ser un UNO, un DOS, un TRES….
-         Hacer hincapié en la transculturalidad. ¿Cómo podría identificarse de igual modo a alguien de visión y comportamiento E5, por ejemplo, si es italiano o japonés, brasileño o noruego?
-         Para conocerse y conocer a los demás, introducir otros mapas como el diseño humano (manifestador, generador, proyector y reflector) o por ejemplo, los elementos chinos: tierra, agua, fuego, metal y madera. Conozco parejas metal-madera con permanentes conflictos con independencia de su eneatipo: el metal siempre corta a la madera, critica, aborta los proyectos, descalifica… También todos los elementos sistémicos y las posiciones ocupadas en la familia de origen (orden de jerarquía en el caso de varios hermanos, posición inconsciente ocupando la posición de algún antepasado, etc.).

(Para más información sobre el uso del Eneagrama, propongo consultar sobre los valores de la “Internacional Enneagram Assotiation” (IEA) http://www.aEneagrama.es/index.php?option=com_content&task=view&id=72&Itemid=26 )

Numerosos autores estudiosos y expertos en Eneagrama han escrito extensamente sobre cada uno de los tipos de personalidad. Existe pues una gran cantidad de artículos, páginas Web, y todo tipo de literatura sobre el Eneagrama, a disposición de la persona que esté interesada en indagar más sobre el tema. 
Me gustaría resaltar una vez más la importancia de que sea uno mismo quien descubra su propio tipo. Algunas personas, cuando comienzan a estudiar el Eneagrama, se lanzan a ir por ahí tipificando alegremente y sin ton ni son a cada persona que se cruza en su camino. Esta actitud no es nada aconsejable, puesto que puede inducir a un error y causar confusión en la persona tipificada. 
En primer lugar, la correcta tipificación no es fácil. Hemos de tener en cuenta que además de los nueve tipos de personalidad que describe el Eneagrama, existe la influencia de las alas (los dos tipos situados a ambos lados del nuestro), los subtipos instintivos (sexual, social y conservación) - que a veces son más evidentes que el mismo eneatipo - y otras sobre las que no entraremos ahora en detalle.
Por ende, hay que tener en cuenta que para cada tipo de personalidad, existen diferentes niveles. Don Richard Riso describe detalladamente nueve niveles o estadios para cada personalidad: tres sanos, tres promedios y tres malsanos para cada tipo.  

“El Eneagrama es complejo -y la naturaleza humana lo es aún más. La gente es extraordinariamente variada y siempre cambiante... Nadie manifiesta todos los rasgos de su tipo"... "Es innegablemente fácil identificar mal a la gente (y a sí mismo – agrego), y hay buenas razones por las cuales se pueden confundir los aspectos de virtualmente todos los tipos".
Don Richard Riso “Comprendiendo el Eneagrama”.

Con esto sólo pretendo recomendar cautela a la hora de tipificar a los demás, y si alguien nos pide que le indiquemos cuál es su eneatipo, la respuesta correcta debería ser “ese es un trabajo que debes realizar por ti mismo”.

Tal como apunta Fernando Uribe Saavedra, escritor y terapeuta humanista, especialista en Eneagrama “lo importante es darse cuenta de manera atenta, objetiva, inintencionada y sin justificaciones infantiles, de qué rayos pienso, digo o hago para auto-apartarme de mi esencia, y no qué número le puedo poner encima a eso, o a qué parte de los desarrollos del Eneagrama corresponde. Quienes pretenden encasillar a la gente o encasillarse ellos no saben nada de nada, ni siquiera de Eneagrama, porque la sabiduría del Eneagrama jamás ha ido en contravía del principio de individualidad: no hay dos personalidades iguales sobre la tierra. Y por eso, repetimos también que el mejor libro de Eneagrama es el que uno escribiera sobre uno mismo.”.