jueves, 31 de julio de 2008

HACER O SER



Hacer, hacer, hacer...


Nos pasamos la vida pensando en qué hacer, en lo que hemos hecho, en lo que haremos... no sabemos disfrutar de momentos que llamamos tiempo "muerto". Es como si sólo haciendo nos sintiésemos vivos, y por esa razón el no hacer nada, lo relacionamos inconscientemente con la muerte, y lo evitamos. Incluso cuando estamos ociosos, tumbados descansando, el charlatán que vive dentro no cesa su discurso... lo que dije, lo que hice, lo que dijo fulanita, lo que hará menganito... un tren de pensamientos transcurre por nuestra mente inquieta.


Lo observo pasar impasible... me centro en la respiración, en las sensaciones del cuerpo, en los latidos del corazón... vuelvo al cuerpo... inspiro... expiro...inspiro... y con cada inspiración me lleno de aire renovador, de vida... espiro... y con cada expiración expulso tensiones, preocupaciones, ... ¿a qué hora había quedado con Clara?... ¿a las seis o a las siete?... Tengo que tender la ropa... y no he llamado a Curro... inspiración... espiración... mañana igual bajo a nadar... necesito perder unos kilos... inspiración... espiración... y comprar los libros que necesito para el curso de formación...


Hacer... hacer... hacer... ¿Qué haces? ¿A qué te dedicas?... ¿Qué has estudiado? ¿Cuántos masters has hecho?... ¿Qué vas a hacer con tu vida?...


¿Qué pasaría si a esa pregunta de ¿Qué vas a hacer hoy, mañana, etc.? respondieramos: SER. Voy a ser yo mismo. O mejor aún: soy intemporal... ¿Qué cara pondría nuestro interlocutor ante tal respuesta? ¡Qué pregunta más frívola! ... será la vena tres, que asoma.




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